14 Nov ENFOCAR, DISPARAR Y REVELAR.
Buscando en el trastero unos muestrarios de telas, para un sillón, la he divisado. Estaba en el fondo, completamente tapada y olvidada. Mi incómoda bolsa de fotografía. La he abierto, he comprobado que mis cámaras, parecían estar en perfecto estado, he intentado recordar, cuando fue la última vez, pero el instante no ha llegado a mi frágil memoria. Las echaba de menos,… no sabía cuanto, he quitado la funda de cuero y la tapa del objetivo y he enfocado, he tardado dos minutos en hacerlo, no autofocus, ninguna función automática, ni siquiera el rebobinado del carrete, pero hace unas fotos…. en blanco y negro…
Esta mañana me ha entrado mono de fotografía, he aparcado lo que estaba haciendo y me he ido hasta El Canal. Sabía que por el centenario del nacimiento de Capa, Magnum había inaugurado la First, la primera exposición de la agencia, perdida y aparecida, en unos viejos almacenes, cincuenta años después. La escenografía, no podía haberse diseñado mejor, grandes cajas de embalar, de La Magnum, y alambradas sin pinchos discurren por los sótanos del canal de paredes de ladrillo visto y techos abovedados. El ambiente invita. Las fotografías presentadas en marcos sencillos, sobre los cartonajes de soporte originales y los nombres de los fotógrafos proyectados en las paredes. Ellos elegían sus fotos y la temática, Hernst Haas y el rodaje de ¨Tierra de faraones¨ en el 54, hombres enjutos, secos, polvo, caras de sufrimiento, 4.000 participantes en una superproducción que se convirtió en una tortura, Erich Lessing y sus retratos a niños durante la ocupación alemana en Viena, ajenos a la guerra y al sufrimiento que atormentaba a Europa, Werner Bischof con su humanismo silencioso, emoción y sentimiento ante los retratos de niños peruanos, Henri Cartier-Bresson y sus imágenes de los últimos días en vida de Ghandi, muerte, cremación y esparcimiento de sus cenizas en el Summa ante miles de sus seguidores, obra cumbre del foto periodismo mundial, Capa y Biarritz en el 51, en clara alegoría a la paz y como contrapunto a sus encargos de guerra en España, Inge Morath, Jean Marquis y Marc Riboud, completan la exposición.
He seguido disfrutando de más fotografía, durante todo el día, hasta que mis ojos no han podido más, antes de llegar al estudio, he entrado en la tienda de fotografía que hay en frente y he comprado cuatro carretes en blanco y negro, emular a estos grandes foto periodistas, es imposible, pero con el punto que está tomando esta ciudad últimamente, quién sabe, quizás estemos presenciando un hito mundial en la acumulación de basuras, y yo, no me lo quiero perder por falta de carretes….
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